viernes, 4 de diciembre de 2015

ENCUENTRO FILOSÓFICO DICIEMBRE DE 2015



Próxima cita filosófica: sábado 12 de diciembre, a las 20.00.
Bar-Restaurant Rosario,

Port Aiguadolç, 22.

Expone : LAURA LLEVADOT (Universitat de Barcelona)

Texto : JACQUES DERRIDA: "Del derecho a la justicia" (Primera parte de Fuerza de ley. El fundamento místico de la autoridad)

TEXTO DE DERRIDA: en este enlace.
Bibliografía sobre Derrida.







martes, 17 de noviembre de 2015

ENCUENTRO FILOSÓFICO NOVIEMBRE DE 2015

Convocatoria del próximo encuentro del 
Grupo de Filosofía del Garraf




Sábado 21 de noviembre, a las 20.30h
Hotel Avenida Sofía de Sitges

Expone Laura Vicente, a propósito del libro de Timothy Sinder, Tierras de Sangre




Texto de Timothy Snider, Prefacio de Tierras de Sangre, para ir haciendo boca.






















TEXTO DE LA INTERVENCIÓN


Laura Vicente


SUMARIO

1- Tomar como objeto de estudio un territorio, las Tierras de sangre, que no se corresponde con las fronteras de ningún país.

2- Hitler y sus planes, Stalin y los suyos.

3- Los campos de concentración y otros métodos para matar.

4- Sobre la verdad y la historia.




1. Tomar como objeto de estudio un territorio, las Tierras de sangre, que no se corresponde con las fronteras de ningún país

Es lo que él llama la geografía humana de las víctimas. Solo estableciendo conexiones entre los diversos aspectos que entraron en juego sin quedar limitados por fronteras o etnias perseguidas se puede entender la dimensión de lo ocurrido. Y lo ocurrido tiene raíces políticas, por encima de las ideológicas raciales o nacionalistas.

Ese lugar,  donde fueron asesinadas catorce millones de personas, se extienden desde Polonia central hasta Rusia occidental a través de Ucrania, Bielorrusia y los países bálticos, un lugar común y un tiempo común, 1933 y 1945.

*Empezó con la hambruna que Stalin impuso a la Ucrania soviética (1928-1933) por motivos políticos y se llevó tres millones de vidas.

*Continuó con el Gran Terror de Stalin de 1937 y 1938, unas setecientas mil personas, la mayoría campesinos o miembros de minorías nacionales.

*Los soviéticos y los alemanes cooperaron seguidamente en la destrucción de Polonia y de sus clases instruidas y mataron a doscientas mil personas entre 1939 y 1941.

*Después cuando Hitler traicionó a Stalin e invadió la URSS, los alemanes mataron de hambre a los prisioneros de guerra soviéticos y a los habitantes de Leningrado durante el sitio, cuatro millones de personas.

*En la URSS ocupada, Polonia y Estados bálticos, los alemanes pasaron por las armas o gasearon a unos cinco millones cuatrocientos mil judíos.

*Alemanes y soviéticos se incitaron mutuamente a cometer crímenes como ocurrió en las guerras de resistencia en Bielorusia y Varsovia en las que asesinaron a medio millón de civiles. Fueron asesinadas por los regímenes nazi y soviético que, apoyados por un aparato político que implicaba la colaboración de muchos miles de sus conciudadanos, mataron en función de sus intereses económicos, que son también políticos.

Los dos regímenes tenían una utopía transformadora, un grupo al que acusaban cuando se demostraba la imposibilidad de realizarla y una política de asesinato en masa que podía presentarse como una especie de sucedáneo de victoria.

Similitudes y diferencias entre ambos regímenes:

Similitudes:

*Ambas se oponían al liberalismo y la democracia.

*En ambos se había invertido el significado de la palabra partido.

*Su lógica excluía a los marginales y su elite creía que ciertos grupos eran superfluos o dañinos.

*Las dos economías se apoyaban en colectivos que controlaban a los grupos sociales y extraían sus recursos: granja colectiva y guetocampos de concentración.

Diferencias:

*Servían a visiones de futuro diferentes: igualitaria la URSS, desigulitaria los nazis.

*Los argumentos para las liquidaciones y limpiezas: avance del socialismo unos, colonización nazi otros.

*El sistema soviético fue más letal sin guerra, el nazi con guerra.


Ambos sistemas son TOTALITARIOS y de eso sabe mucho Vasili Grossman y lo refleja en sus novelas. 

Vasili Grossman, Todo fluye

El Estado se convirtió en el amo. El elemento nacional pasó de la forma a la sustancia y acabó siendo esencial, mientras se relegaba el elemento socialista a un segundo plano: a la fraseología, a la cáscara, a la forma externa. 

Grossman concluye que el mal de la “revolución” estaba ya presente con Lenin, no hacía falta esperar a Stalin para comprobar la deriva de una revolución basada en la represión continua contra cualquier disidencia.

Hay una fuerza satánica en prohibir, en reprimir. Apresada por el dique, el agua de los ríos y de los torrentes manifiesta una fuerza misteriosa, oscura. Esta fuerza oscura escondida en el chapoteo amable, en los reflejos de los rayos del sol, en la oscilación de los nenúfares, de repente descubre la maldad implacable del agua, que destruye las piedras e impulsa las aspas de las turbinas a una velocidad de locura.


Vasili Grossman, Vida y destino. Dos bandos, dos totalitarismos que llegaron a una crueldad inaudita, dos ideologías contrapuestas (aunque un lúcido oficial alemán afirma lo contrario cuando interroga a un viejo bolchevique) y la inquietante  similitud de dos dictadores, Hitler y Stalin. Grossman siempre critica la falta de libertad, la vulnerabilidad de los inocentes y la arbitrariedad del poder totalitario del Estado y del Partido Comunista. ¿Esperanza? Muy poca, solo la bondad y la libertad interior ya que esta no existía y además se manipulaba la realidad de forma sistemática (1984 de Orwell), dice Grossman:

El poder del Estado había construido un nuevo pasado; hacía intervenir de nuevo a la caballería a su manera, exhumaba nuevos héroes para acontecimientos ya sepultados y destituía a los verdaderos. El Estado tenía poder para recrear lo que una vez había sido, para transformar figuras de granito y bronce, para manipular discursos pronunciados hacía tiempo, para cambiar la disposición de los personajes en una fotografía.

Las víctimas no fueron bajas de guerra. La mayoría eran mujeres, niños y ancianos.



2. Hitler y sus planes

Hitler era un político antisemita en un país con una comunidad judía reducida. Los judíos eran menos del uno por cien de la población alemana en 1933 y 0,25 % al empezar la IIGM. Su plan era hacer desaparecer a la mayoría de los eslavos para convertir el Este de Europaen un gigantesco productor de alimentos para Alemania. Las matanzas no las diseñaron malignos demonios, sino modernos estadistas, burócratas. Hanna Arendt capto este hecho a la perfección.


Hanna Arendt, Eichmann en Jerusalén

El fiscal y los jueces no podían creer que Eichmann fuera una persona “normal”, para ellos era un ser diabólico, un monstruo antisemita que odiaba a los judíos. Sin embargo Arendt vio en Eichmann a un ciudadano fiel cumplidor de la ley que pudo dejar de “sentir” y eliminar la piedad meramente instintiva que todo hombre normal experimenta ante el espectáculo del sufrimiento físico por esa obediencia ciega de funcionario que anulaba la facultad humana de juzgar. 

Es propio de todo gobierno totalitario, decía Arendt, transformar a los hombres en funcionarios y simples ruedas de la maquinaria administrativa y deshumanizarlos. El contexto legal del nazismo daba cobertura a estas actitudes... En el juicio quedó claro que tal alejamiento de la realidad y tal irreflexión pueden causar más daño que todos los malos instintos inherentes, quizá, a la naturaleza humana.

(…) la banalidad del mal, por el que Arendt señaló que Eichmann era un hombre común que carecía de motivos para matar a los judíos, salvo aquellos demostrados por su extraordinaria diligencia en orden a su personal progreso y que tal diligencia no era criminal. Este alto funcionario de las SS se marcó una línea de actuación de obediencia ciega a las leyes y la pura irreflexión le predispuso a dejarse arrastrar por la corriente de su tiempo y a convertirse en uno de los mayores criminales. Este comportamiento lo clasificó  como banal, e incluso cómico, pero no diabólico aunque tampoco era común. 

Snider plantea que el predominio de algunas explicaciones impedía acceder a entender fenómenos tan drásticos como las grandes matanzas de las Tierras de fuego. Una de estas explicaciones era el Holocausto, que impedía ver la magnitud de otros planes alemanes que auguraban más muertes. Hitler no solo quería eliminar judíos: deseaba destruir Polonia y la URSS como Estados, exterminar a sus clases dominantes y matar a decenas de millones de eslavos. El plan no se cumplió pero esa era la premisa ideológica de la ocupación alemana del Este. La guerra alteró la balanza de los asesinatos al producirse la Ocupación conjunta de Polonia y la posterior traición de Hitler a Stalin.


3. Los campos de concentración y otros métodos para matar

La mayor parte de las víctimas no murieron en los campos de concentración, murieron de hambre (la mitad), por ejecuciones por armas y por gas. Pese a ello los campos rodearon la Tierra de sangre por el este y oeste y tuvieron una importancia trascendental. Imre Kértesz, en Un instante de silencio en el paredón, reflexiona al respecto. Bueno será partir de esta contundente afirmación:

Nuestra mitología moderna empieza con un gigantesco punto negativo: Dios creo el mundo y el ser humano creó Auschwitz. Como intelectual denuncia el totalitarismo ideológico, tanto del nazismo como del comunismo, el totalitarismo es la gran novedad del siglo XX, es la experiencia terrorífica que hizo temblar sus cimientos. 

¿Los cimientos de qué? De nuestras ideas racionales habituales, responde Kertész. El totalitarismo expulsa de sí mismo y pone fuera de la ley al ser humano. Esta situación fuera de la ley, provoca la mayor arbitrariedad, dejar a millones de personas despojadas de la columna básica de su cultura y de su existencia, la ley. Y sobre esa situación de indefensión del ser humano, Kertész introduce otra cuña letal al señalar la facilidad con que los regímenes dictatoriales totalitarios disuelven la personalidad autónoma y con que el ser humano se convierte en pieza constituyente, sumisa y perfectamente ajustada del dinámico engranaje estatal. 

¿Qué tiene de excepcional el Holocausto, puesto que sabemos que el exterminio de seres humanos se ha producido antes de Auschwitz y en la actualidad? Kertész da una respuesta muy clara: la eliminación de seres humanos se produjo durante años de forma sistemática y convertida así en sistema mientras trascurría a su lado la vida normal y cotidiana; esto sumado al hecho de habituarse a la situación, de acostumbrarse al miedo, junto con la resignación, la indiferencia y hasta el aburrimiento. Lo nuevo es que está aceptado. Se ha demostrado que la forma de vida del asesinato es posible y vivible: por tanto, puede institucionalizarse. Todo se ha desenmascarado en el siglo XX:

El soldado se convirtió en asesino profesional; la política, en crimen; el capital en una gran fábrica equipada con hornos crematorios y destinada a eliminar seres humanos; la ley, en reglas de juego de un juego sucio; la libertad universal, en cárcel de los pueblos; el antisemitismo, en  Auschwitz; el sentimiento nacional en genocidio.

También Primo Levi en Si esto es un hombre, reflexiona sobre los campos y nos relata minuciosos detalles de cómo era la vida en los campos de concentración (Auschwitz en su caso) para miles y miles de personas:

Entonces por primera vez nos damos cuenta de que nuestra lengua no tiene palabras para expresar esta ofensa, la destrucción de un hombre. En un instante, con intuición casi profética, se nos ha rebelado la realidad: hemos llegado al fondo. Más bajo no puede llegarse: una condición humana más miserable no existe, y no puede imaginarse. No tenemos nada nuestro: nos han quitado la ropa, los zapatos, hasta los cabellos; si hablamos no nos escucharán, y si nos escuchasen no nos entenderían. Nos quitarán hasta el nombre: y si queremos conservarlo deberemos encontrar en nosotros la fuerza de obrar de tal manera que, detrás del nombre, algo nuestro, algo de lo que hemos sido, permanezca.

¿Qué semejanza hay entre cualquier guerra, por cruenta que sea, y la existencia de hombres y mujeres capaces de desposeer a otros de toda su esencia humana convirtiéndoles en seres vacíos, reducidos al sufrimiento y a la necesidad, falto[s] de dignidad y de juicio, perdiéndose ellos mismos; hasta tal punto que se podrá decidir sin remordimiento su vida o su muerte prescindiendo de cualquier sentimiento de afinidad humana? Los judíos quedaron reducidos a  ser solo un Häftling (preso), un número tatuado en el brazo izquierdo (Levi era el nº 174517), sometidos a la rutina constante del frío, hambre y maltrato en el que cada día era igual al anterior o al posterior si se tenía suerte y evitaba la “selección” para ser ejecutado y resultaba útil para el trabajo como esclavo.

También resulta interesante la obra de Eugen Kogon, El Estado de la SS. El sistema de los campos de concentración alemanes.

Los campos de concentración trituraban las almas de sus víctimas como piedras de molino. ¿Quién era el que podía salir inmune de este proceso? No hubo nadie que saliese igual que entró. 

Kogon describe cómo se producía la adaptación al campo o la muerte; que la supervivencia era el resultado de un conjunto de circunstancias y que no era solo producto de un esquema simplista basado en la inteligencia, la voluntad y el espíritu.

Soportar el proceso de profunda humillación y degradación personal al llegar al campo constituía la primera selección. En tres meses se producía un desmoronamiento espiritual y físico que conducía a la muerte o el suicidio, a la adaptación a la degeneración del campo o a dominar la situación si se demostraba la suficiente fortaleza de carácter… realmente se necesitaba mucho tiempo para que el espíritu, arrancado de un mundo firme, pudiese hallar su mundo de gravedad interno en el mundo salvaje, a vida o muerte, en el que había sido arrojado (465).

Y nuestra compañera de tertulia Alin Salom:

¿Qué se pierde, qué se ha perdido, en los Lager?  Tres ilusiones que sostenían como pilares nuestra Weltanschauung, nuestra concepción de la realidad, el sentido que le dábamos a la vida; tres ilusiones cuya pérdida nos causa un enorme dolor:
El humanismo, una concepción idealizada del hombre.
La idea del progreso, una concepción idealizada de la historia.
Dios, el ideal de un gran Otro.

Creíamos en el Hombre. Desde el Renacimiento la civilización occidental ha vivido con la ilusión del humanismo. Habíamos construido este espejismo de la bondad esencial del ser humano, de su capacidad de perfeccionamiento indefinido (Rousseau). Pensábamos que sólo la injusticia social, una infancia desgraciada, podían envilecer a algunos. Incluso eso era excepcional; no era la regla. El Lager  pone de manifiesto otra realidad.  El problema no es que una pandilla de psicópatas nazis pusieran todo el aparato del Estado alemán al servicio de la barbarie y construyeran estas sucursales del Infierno sino que todo el pueblo alemán haya consentido y colaborado, a menudo con entusiasmo, con el sistema. Que la mayor parte de los países europeos hayan contemplado la deportación de sus ciudadanos judíos y gitanos, sin pestañear... Hemos de ser francos y enfrentarnos con el hecho de que posiblemente ninguno de nosotros está dispuesto a arriesgar su confort y su seguridad, para evitar la deportación de otros... Nuestra indiferencia hacia el otro es abismal. Esta es la dura verdad que hay que asimilar.

En segundo lugar, creíamos en la Historia. Perdemos con Auschwitz, la creencia ingenua en que la historia avanza, que cada época es mejor que la anterior. Auschwitz no es una regresión; supera cualquier época anterior en barbarie y bestialidad. Así que la historia avanza de espaldas al futuro, empujado por el progreso, mientras contempla las montañas de muertos y de escombros que va dejando.

En tercer lugar, creíamos en Dios. El Lager es el lugar de la muerte de Dios, del silencio de Dios. Paul Celan, superviviente de Auschwitz, en su poema Tenebrae, muestra a unos muertos; aparecen enracimados, enroscados en un contiuum del que forma parte el propio Dios. “Ruega, Señor, escribe Celan, ruéganos; estamos cerca”. Es decir, tras Auschwitz es Dios quien tiene que suplicar al hombre y no el hombre a Dios.  

Los alemanes llevaron a cabo sus políticas de exterminio en territorios ocupados por los soviéticos, las fuerzas de EUA y G Bretaña no alcanzaron ninguna de las Tierras de sangre ni vieron ninguno de los centros de exterminio. No se ha sabido mucho de estas zonas hasta el fin de la guerra fría.

Otra explicación que impedía ver en su verdadera dimensión las grandes matanzas de la las Tierras de sangre fue la propaganda de postguerra realizada por el eficiente aparato de propaganda estalinista que arrojaba sobre los nazis toda la responsabilidad de las atrocidades (un ejemplo es Katyn).

Ya hemos dichos que más de la mitad de los 14 millones de muertos, murieron de hambre. En 1941, el régimen nazi proyectaba un Plan de Hambre para matar a decenas de millones de eslavos y judíos. No solo recurrió al hambre Alemania, ya lo había hecho la URSS entre 1928 y 1933 (aparece explicado en el Cap. 1 Las hambrunas soviéticas (págs. 47-88) de la obra de T. Snyder que estamos comentando).

La URSS dirigida por Stalin fue consciente y buscó el hambre en Ucrania para doblegar este territorio, a su campesinado y su nacionalismo (las muertes de ucranianos propiciaron rusificar Ucrania, trasladando rusos a Ucrania que se instalaban en las viviendas de los muertos por inanición). El objetivo de su plan era expoliar de grano a Ucrania, aunque murieran 3,3 millones de personas, para llevarlo a las ciudades y exportarlo al exterior consiguiendo capital para la industrialización. Los miembros del partido comunista que mantuvieron su fe en Stalin, muchos fueron deportados y depurados, colaboraron en sus objetivos y lo vendieron como un mal necesario para conseguir implantar la revolución socialista.

El primer plan Quinquenal (1928-1932) de Stalin, que concluyó en 1932, había impulsado el desarrollo industrial a costa de la miseria del pueblo. Para lograrlo, entre otras cosas, se necesitaba el control del grupo social más amplio de la URSS: el campesinado. La colectivización significaba una gran confrontación entre campesinado y estado soviético con su policía. En diciembre de 1929 se anunció que los kulaks serían “liquidados como clase”.

A finales de 1931 los campesinos empezaron a pasar hambre, ver descripción de la hambruna. Stalin conectó la hambruna con la deslealtad de los comunistas ucranianos. El hambre no llevó a la rebelión sino a la amoralidad (por ejemplo el canibalismo), la locura, la parálisis y finalmente la muerte. El jurista Rafal Lemkin que inventó el término genocidio, definió el caso ucraniano como “un  ejemplo clásico de genocidio soviético”.


4. Sobre la verdad y la historia

La Alemania nazi y la URSS buscaron dominar la historia. La verdad, ¿es tan solo una convención del poder, o puede un relato histórico veraz resistir la fuerza gravitatoria de la política? Joseph Roth, en La filial del infierno en la tierra, habla sobre la verdad, el espíritu aniquilado y la indiferencia.


La verdad
La adulteración de la verdad se consigue en el periodo más corto de tiempo recurriendo a la exageración o a la simple negación de la realidad. (…)La verdad requiere propagación, pero no “propaganda”. Sé que mientras nosotros nos esforzamos por decir la verdad, en un simple papel, el altavoz ya está allí preparado para el transmisor de mentiras (…). Aun así nosotros hablamos. Aun así, escribimos. Porque sabemos que las palabras veraces no mueren. Nuestra fe es sólida, porque no teme la duda. Al contrario, ésta la refuerza (1938).

Roth se devanaba los sesos sobre cómo expresar lo inexpresable.

El círculo de fascinación de la mentira, que los criminales levantan en torno a sus fechorías, paraliza la palabra y a los escritores, que están a su servicio. Y daba vueltas y vueltas sobre la necesidad de tomar la palabra (…) la palabra amenazada por la paralización (1938).

El espíritu aniquilado
La quema de libros, la expulsión de los escritores judíos y todos los demás desvaríos (…) pretenden aniquilar el espíritu. (…) la Europa espiritual se rinde. Se rinde por debilidad, por desidia, por indiferencia, por irreflexión. El futuro deberá investigar con exactitud los motivos de esta capitulación vergonzosa (París, 1933).

La indiferencia
(…) los indiferentes siempre han contribuido a que el mal triunfe. Si el humanitarismo se percibe como excepcional, ello significa que la inhumanidad es lo acostumbrado. Lo natural se convierte sin más en sobrenatural. (…) Nada es tan brutal como la indiferencia frente a lo que ocurre en el terreno de lo humano (1939).

Existe la tentación de pensar que los crímenes nazis están fuera de  la historia o que la historia tiene un solo curso posible, como decía Stalin. Identificarse con las víctimas puede obviar el entender el entorno histórico que éstas compartieron con los perpetradores y los testigos mudos en las Tierras de sangre. Hay que entender a los perpetradores, después de todo, el peligro moral no es que uno pueda convertirse en víctima, sino en perpetrador o en testigo mudo. 

Considerar incomprensibles a otras personas es abandonar la búsqueda de la comprensión y, por tanto, renunciar a la historia. Considera que los motivos de los asesinos en masa tuvieron un sentido para ellos. Cuestiona la cultura de la conmemoración y que la memoria puede evitar el asesinato. Las políticas de memoria histórica suelen ser selectivas porque son, sobre todo, políticas. La memoria no puede sustituir la historia. La sobrevaloración de la memoria ha permitido casos como el de Enric Marco que recoge Javier Cercas en El impostor. La historia debe desplazar a la memoria interesada (normalmente nacionalista) porque ésta, como dice W. G. Sebald, en Sobre la historia natural de la destrucción:

Uno de los problemas centrales de los llamados “relatos vividos” es su insuficiencia intrínseca, su notoria falta de fiabilidad y su curiosa vacuidad, su tendencia a lo tópico, a repetir siempre lo mismo (88).

 A los historiadores les corresponde buscar los números y situarlos en perspectiva y como humanistas, transformar los números en personas ya que cada persona es irrepetible.

El autor considera que la historia se ha de basar sobre fundamentos nuevos y cuya metodología se basaría en:


  • La insistencia en que ningún acontecimiento pasado está más allá de la comprensión histórica ni de la indagación histórica.
  • La reflexión sobre la posibilidad de opciones alternativas, que va unida a la aceptación de que la capacidad de elección en los asuntos humanos es una realidad irreductible.
  • Una revisión, ordenada cronológicamente, de todas las políticas nazis y stalinistas que mataron a grandes cantidades de civiles y prisioneros de guerra.

Los asesinatos en masa del siglo XX tienen el más alto significado moral para el siglo XXI, pese a que afirma Sebald que somos incapaces de aprender de la desgracia que hemos causado, y que, incorregibles, seguiremos avanzando por senderos trillados (…). La mirada hacia la destrucción es la mirada horrorizada del ángel de la Historia, del que Walter Benjamin ha dicho que, con sus ojos muy abiertos, ve

una sola catástrofe, que incesantemente acumula escombros sobre escombros y los arroja a sus pies. El ángel quisiera quedarse, despertar a los muertos y unir lo destrozado. Pero desde el Paraíso sopla una tormenta que se ha enredado en sus alas con tanta fuerza que el ángel no puede cerrarlas ya. Esa tormenta lo empuja incesantemente hacia el futuro, al que da la espalda, mientras el montón de escombros que tiene delante crece hasta el cielo. Esa tormenta es lo que llamamos progreso.



jueves, 12 de noviembre de 2015

ENCUENTRO FILOSÓFICO OCTUBRE DE 2015

Simone Weil y la filosofía

Miguel García



Hay, toscamente, dos tendencias principales. Para la primera, la filosofía es esencialmente un conocimiento reflexivo. El conocimiento de la verdad en los ámbitos teoréticos, el conocimiento de los valores en los ámbitos prácticos. Y la forma apropiada de la filosofía es la de una escuela. El filósofo es un profesor, como Kant, Hegel, Husserl, Heidegger y tantos otros, incluyéndome a mí, cuando ustedes me llaman bajo el nombre de “ProfesorBadiou” La segunda posibilidad es que la filosofía no sea realmente un conocimiento, ni teorético ni práctico. Estriba en la transformación directa de un sujeto, es un modo de conversión radical, un cambio completo de vida .
Alan Badiou


Simone Weil a los 13 años


Fragmentos de Simone Weil:

1. “En filosofía, hablando propiamente, no hay novedad posible. [...] La filosofía no progresa, no evoluciona” “Lejos de poder reprocharle sus variaciones, [la filosofía] es una, eterna y no susceptible de progreso”

2. “Todo esfuerzo de pensamiento consiste en pensar la experiencia”

3. “Filosofía (incluidos los problemas del conocimiento) algo exclusivamente en acto y práctica. Por eso es tan difícil escribir al respecto. Tan difícil como escribir un tratado de tenis o de carrera a pie, pero en mayor medida”

Fotografía del carnet de la fábrica Renault


4. “La filosofía no consiste en una adquisición de conocimientos, así como la ciencia, sino en un cambio en (de) toda el alma [...] No hay reflexión filosófica sin una transformación esencial en la sensibilidad y en la práctica de la vida, modificación que tiene la misma importancia en las circunstancias más ordinarias como en las más trágicas de la vida”

5. “La filosofía [...] es una virtud. Es un trabajo sobre uno mismo. Una transformación del ser [..] Una filosofía es una cierta manera de concebir el mundo, los hombres y a uno mismo. Pues una manera de concebir implica una cierta manera de sentir y de actuar [...]”

6. “La verdad no se encuentra por pruebas sino por exploración. La verdad es siempre experimental”


Simone Weil miliciana en la Guerra Civil española

Simone Weil junto al escritor Jean Lambert, en Marsella, en 1941


Simone Weil en Sitges, 1936


El texto de Miguel García sobre el que se ha basado esta exposición puede leerse íntegramente en este enlace. Además, un vídeo dedicado a esta pensadora francesa.


domingo, 1 de noviembre de 2015

ENCUENTRO FILOSÓFICO SEPTIEMBRE DE 2015

Iniciamos el curso con nuestro primer encuentro del otoño, en esta ocasión a cargo de Antoni Puimedon, que dedica su exposición a un texto de Heidegger sobre Nietzsche.



"Nuestro propósito sigue siendo pensar el pensamiento único de Nietzsche, el pensamiento de la voluntad de poder, y hacerlo en primer lugar por la vía de una meditación sobre la esencia del conocimiento. Si para Nietzsche el conocimiento es voluntad de poder, una visión suficientemente clara de la esencia del conocimiento alumbrará también la esencia de la voluntad de poder. Pero al conocimiento se lo considera una captación de lo verdadero. La verdad es lo esencial del conocimiento. De acuerdo con ello, la esencia de la verdad también tiene que mostrar sin velos la esencia de la voluntad de poder. La sentencia de Nietzsche sobre la verdad decía, abreviadamente: la verdad es una "ilusión". Para dar aún más intensidad y amplitud a esta determinación esencial de la verdad, anticipemos ya una segunda frase de Nietzsche: "La verdad es la especie de error sin la cual una determinada especie de seres vivientes no podría vivir." (La voluntad de poder, n. 493; 1885) ¿Verdad: "ilusión, verdad: "una especie de error"? Nuevamente estamos a punto de sacar la conclusión de que entonces todo es error y que por lo tanto no vale la pena preguntar por la verdad. No, replicaría Nietzsche: precisamente porque la verdad es ilusión y error, precisamente por ello hay "verdad", por ello la verdad es un valor. ¡Extraña lógica! Ciertamente, pero intentemos comprender, antes de instalar a nuestro entendimiento demasiado lineal como juez para condenar esta doctrina de la verdad aún antes de que haya llegado al oído interno."

MARTIN HEIDEGGER, Nietzsche, Barcelona, Ariel, 2013, pp. 407-8.







ENCUENTRO FILOSÓFICO JUNIO DE 2015

En esta ocasión nos permitimos el lujo de ver (de nuevo) la gran película de Woody Allen Annie Hall (1977), para luego dedicarle un comentario de Carmen Gallego, seguido de una larga charla.



Una cita de Woody Allen:

“Y recordé aquel viejo chiste, aquel del tipo que va al psiquiatra y le dice: ‘Doctor, mi hermano está loco, cree que es una gallina’. Y el doctor responde: ‘¿Pues por qué no lo mete en un manicomio?’. A lo que el tipo le dice: ‘Lo haría, pero necesito los huevos’. Pues eso es más o menos lo que pienso sobre las relaciones humanas, saben; son totalmente irracionales y locas y absurdas, pero continuamos manteniéndolas porque la mayoría necesitamos los huevos.”




ENCUENTRO FILOSÓFICO MAYO DE 2015

Byung Chul Han y la Psicopolítica

Jordi Moreno



"El poder inteligente, amable, no opera de frente contra la voluntad de los sujetos sometidos, sino que dirige esa voluntad a su favor. Es más afirmativo que negador, más seductor que represor. Se esfuerza en generar emociones positivas y en explotarlas. Seduce en lugar de prohibir. No se enfrenta al sujeto, le da facilidades. El poder inteligente se ajusta a la psique en lugar de disciplinarla y someterla a coacciones y prohibiciones. No nos impone ningún silencio. Al contrario: nos exige compartir, participar, comunicar nuestras opiniones, necesidades, deseos y preferencias; esto es, contar nuestra vida. Este poder amable es más poderoso que el poder represivo. Escapa a toda visibilidad. La presente crisis de la libertad consiste en que estamos ante una técnica de poder que no niega o somete la libertad, sino que la explota. [...]  

Con Foucault se puede concebir el arte de la vida como una praxis de la libertad que genera una vida totalmente distinta. Se desarrolla como una des-psicologización: "El arte de la vida significa matar la psicología y generar a partir de sí mismo y de las relaciones con otros individualidades, esencias, relaciones, cualidades que no tienen nombre." El arte de la vida se opone al "terror psicológico" que se impone en pos de la subjetivización. La psicopolítica neoliberal es la técnica de dominación que estabiliza y reproduce el sistema dominante por medio de una programación y control psicológicos. El arte de la vida como praxis de la libertad tiene que adoptar la forma de una des-psicologización. Desarma la psicopolítica como medio de sometimiento. Se des-psicologiza y vacía al sujeto a fin de que quede libre para esa forma de vida que todavía no tiene nombre."

BYUNG-CHUL HAN, Psicopolítica, Barcelona, Herder, Colección Pensamiento dirigida por Manuel Cruz, 2014, pp. 29 y 116-117.

domingo, 12 de abril de 2015

TROBADA FILOSÒFICA MARÇ DE 2015

LA HERMENÉUTICA DEL SUJETO
de MICHEL FOUCAULT
CLASE DEL 13 DE ENERO DE 1982
(PRIMERA HORA)

COLLÈGE DE FRANCE

Josefina Aranda


“No te olvides de vivir”
                                                                                                            Goethe

I)       EMERGENCIA  DEL CUIDADO DE UNO MISMO

“Es preciso que el sujeto se ejercite constantemente en el cuidado de su alma cada día de su  vida” si este fue el mandato de Foucault en sus últimos años de vida, quizás, es en esta obra donde podemos comprender cómo  y qué significa “tener cuidado de uno mismo” conectado al “conocerse a sí mismo”. 

En la Hermenéutica del Sujeto, último Foucault, busca trabajar la genealogía y el desarrollo de la constitución de la subjetividad. Su estudio pretende descubrir qué tipos de prácticas han hecho a los individuos tomar atención sobre sí mismos. ¿En qué tipo de prácticas el sujeto se ha ido constituyendo a sí mismo? La propuesta está en las prácticas del cuidado de uno mismo, en lo que el autor también llama,” las tecnologías del yo”. Tomando como punto de partida las prácticas del cuidado de uno mismo que encontramos en la Grecia antigua (pitagóricos) y que Platón reorganiza y  dirige. Y a partir de lo que para los antiguos significaba la filosofía, una manera de vivir más que un discurso, Foucault muestra las técnicas de atención a uno mismo a lo largo de la historia antigua griega y romana. El conocimiento no es posible si no se da cierta modificación del sujeto en sí mismo. Así se describe la experiencia purificadora necesaria para descifrar el enigma de la divinidad y el de los sueños. Sintéticamente, en esta primera hora de clase nos expone algunas de estas técnicas:  la retirada en uno mismo, donde el sujeto se aísla del mundo exterior (claro ejemplo de Sócrates, inmóvil, clavado en la nieve durante horas). La ausencia visible del que no ve nada porque está en conexión consigo mismo, pero es visto por los otros. La resistencia en las pruebas, donde se es capaz de resistir a las más fuertes tentaciones (Sócrates tendido al lado de Alcibíades capaz de dominar su deseo), o emperadores romanos resistiendo al deseo de probar  alimentos en una contemplación persistente del bello banquete.

Éste es el tema del curso que impartió en el Còllege, el invierno de 1982. Foucault  realiza una interpretación muy interesante del diálogo platónico Alcibíades, lugar de emergencia del cuidado de uno mismo y donde se halla estructurada el alma como sujeto. Un diálogo de juventud donde, según Foucault, Platón no nos expone una idea del  alma como substancia, sino algo diferente, el alma-sujeto y que, en algunos momentos de la historia se identifica con aquello que resulta de las relaciones médicas, económicas y amorosas.

Este diálogo nos muestra un contexto social, político y económico  donde los jóvenes aristócratas por su status, serán los primeros en ejercer los puestos de poder en la polis. Foucault problematiza en si el status (económico y social) garantiza la capacidad de gobernar.  La elección del Alcibíades no parece arbitraria ya  que el supuesto sujeto lo tiene todo: belleza, poder, estatus, dinero, inteligencia, juventud “nunca fue viejo, murió antes de cumplir los cincuenta años… poseyó la belleza hasta la cincuentena, nunca vaciló en encarnar a la juventud”[i] un hombre galante que desea entrar en el mundo de la política, pero ¿está Alcibíades capacitado para gobernar?  Alcibíades es el joven que representa ese status y en su diálogo con Sócrates le hará ver que para gobernar a los otros, es preciso antes que nada , gobernarse a sí mismo -cuidarse de sí mismo- Se hace preguntas pedagógicas: ¿qué hay que saber para realizar bien esa tarea? Y anota una doble falta de la pedagogía ateniense: las inadecuadas relaciones entre  maestro y alumno tanto a nivel amoroso como de contenidos: ser gobernado para poder gobernar. Y como consecuencia surge la necesidad de conocerse a sí mismo, como reza la inscripción en Delfos. Somos, pues ignorantes de cosas que hay que saber, pero también y, antes que nada de nosotros mismos. Foucault señala tres cuestiones que son comunes en los diálogos de Platón: “ejercicio del poder político, pedagogía, ignorancia que se ignora a sí misma”[ii].

La fractura que halla Foucault en la marcha del diálogo está en la respuesta que Sócrates da a Alcibíades cuando éste no sabiendo responder qué es la concordia le dice que no se preocupe, que no es para tanto, pues es joven y tiene tiempo de “ocuparse de sí mismo”. L a respuesta esperada sería la de que hay tiempo para aprender los conocimientos necesarios para gobernar, para saber ejercer el poder, para convencer y dominar a los otros, en una técnica, tienes tiempo para dominar la retórica. Pero la respuesta de Sócrates  es “tienes tiempo para conocerte y cuidar de ti mismo”. Aquí instala Foucault una deriva importante para problematizar: ¿ en qué consiste ese sí mismo del que hay que ocuparse? ¿Qué es ese sí mismo? ¿Y en qué consiste  ese ocuparse?



II)       ¿QUÉ ES OCUPARNOS DE NOSOTROS MISMOS? EL DESCUBRIMIENTO DEL ALMA COMO SUJETO

Partiendo de la analogía entre la técnica y el objeto de ocupación del zapatero  y del médico se pregunta por la técnica y el objeto  del cuidado de uno mismo. El imperativo propuesto por Sócrates a Alcibíades, “debes ocuparte de ti mismo si quieres gobernar a los otros” abre dos interrogantes: 

  1. ¿Cuál es el arte, la técnica del cuidado de uno mismo? 
  2. ¿Qué es ese sí mismo del que hay que ocuparse?
La respuesta ha de revelar el arte, la técnica que me permita gobernarme a mí mismo pero también ejercer la función del gobierno de los otros? ¿Qué ese sí mismo que hay que cuidar? Habrá que conocerse para cuidarse, alusión al mandato que reza en la  inscripción en Delfos. Significa que hay que conocerse a sí mismo y ese sí mismo, ¿quién es? La respuesta, es el alma, uno debe ocuparse de su alma, pero aquí en este diálogo parece que la caracterización del heautou como alma es diferente a la de otros diálogos. No es la idea del alma de la República que debe analizar el alma de la ciudad para poder entender con más claridad qué es el alma del individuo. Aquí se produce el movimiento inverso, para gobernar  el alma de la ciudad se requiere conocerse primero a sí mismo y gobernarse a sí mismo. En el diálogo surge la idea del alma como sujeto de todas las acciones. Disecciona el sujeto de las acciones y el instrumento de que se sirve para realizarlas. Así al zapatero y  sus instrumentos,  al músico y su cítara. Las manos y el lenguaje que se vale de ellas, nos valemos de los ojos cuando miramos algo, pero cuando nos valemos del cuerpo, no podemos decir más que qué tenemos el alma “el sujeto de todas esas acciones corporales, instrumentales, lingüísticas, es el alma: el alma en cuanto utiliza el lenguaje, los instrumentos y el cuerpo”[iii].  


"Sócrates y Alcibíades", 

por Christoffer Wilhelm Eckersberg (1816)

Allí encuentra una caracterización del alma como   sujeto  que difiere de la idea del alma como substancia en otros diálogos de Platón, como la idea que nos muestra en La República, la del Fedón o la del Fedro. En el Alcibíades no define el alma como una substancia que hay que liberar, una esencia separada del cuerpo (Fedón), ni una substancia que hay que orientar (Fedro) o que armonice con otras facultades(República) sino que nos presenta ”un sujeto en cuanto que es sujeto de la acción y que se vale del cuerpo, de sus órganos (del cuerpo) de sus instrumentos”[iv]. Llega al alma mediante el razonamiento del “valerse de”, en griego un verbo muy importante, khresthai, aplicado a actitudes humanas como por ejemplo “ valerse de la violencia”  se interpreta como comportarse violentamente.” valerse de los dioses” se interpreta como honrar a los dioses, tener con ellos una actitud correcta. “valerse del caballo” significa conocer las reglas de la equitación. Así pues cuando Platón utiliza el “valerse de” para tratar de ver qué es ese “sí mismo” del que hay que ocuparse, “lo que descubre no es el alma substancia: es el alma sujeto”[v]Y esta noción de khresis la reencontramos en las técnicas del cuidado de sí, nos explica qué es ese sí mismo del que hay que ocuparse. Y, por ende, podemos hacer desde ahí la historia de la  subjetivación humana, la manera en que el sujeto se va descubriendo a sí mismo. “Ocuparse de sí mismo será ocuparse del sujeto en cuanto se es “sujeto de” diversas cosas: sujeto de acción instrumental, sujeto de relaciones con el otro, sujeto de comportamientos y actitudes en general, sujeto también de la relación consigo mismo” [vi]. “Ocuparse de sí mismo en tanto sujeto de la khresis (con toda la polisemia de la palabra: sujeto de acciones, de comportamientos, de relaciones, de actitudes): de eso se trata”[vii]. 

Así concluye el desarrollo dialógico del Alcibíades, en el descubrimiento del alma como sujeto y no como substancia. En este diálogo añade como corolario un tema de trascendencia para la historia de las prácticas de subjetivación. A la hora de describir el alma como sujeto, la inquietud de sí va a distinguir tres tipos de actividades que en principio podrían incluirse en el cuidado de uno mismo, pero que Sócrates quiere dejar clara la diferencia entre este tipos de acciones del sujeto y el cuidado de uno mismo: se trata de las actividades del médico, de las del dueño de la casa y las del enamorado; dicho de otra manera, actividades médicas, económicas y eróticas. Pero marcando una diferencia entre ellas y el propio sí mismo, objeto de nuestro estudio. Pero a diferencia del objeto de estudio de cada una de estas relaciones configurantes del sujeto, se distingue el alma misma como sujeto, el sí mismo. Así, el médico cuando pone en práctica su técnica ¿no se ocupa de sí mismo? Pues parece que no, se  ocupa de su cuerpo y eso es diferente en cuanto a objeto de cuidado, en cuanto a su naturaleza y en cuanto a su fin. No podemos identificar la tekhné del médico con la del cuidado de sí mismo, de su alma- sujeto. Cuando el padre de familia se ocupa de sus asuntos económicos, ¿se ocupa de sí mismo? Pues no, tampoco; no podemos identificar el cuidado de nuestros bienes materiales con el sí mismo, con el alma- sujeto. Y en cuando a los enamorados de Alcibíades, ¿podemos decir qué se ocupan de sí mismo? Parece que tampoco, se ocupan de su cuerpo, pero no de su alma-sujeto. Le interesa hacer esta distinción pues a lo largo de la historia de la inquietud de uno mismo y de las prácticas de subjetivación podremos observar como entre unas y otra se han ido entremezclando, la dietética continúa siendo una de “las formas capitales de la inquietud de sí” .También la económica supone hoy una de las formas más importantes de la inquietud de sí , pero esto no  ha sido siempre  así, por ejemplo en la época epicúrea hubo una tendencia a desconectar de las obligaciones económicas. Actitud opuesta a los estoicos que asociaron vivamente la económica y la inquietud de sí. La relación amorosa también necesita del Otro para realizarse, esta relación, dice Foucault, se ha ido desconectando de la inquietud de sí.  

Acaba la primera  hora de  clase del día 13 de enero de 1982 evocando un modelo erótico-pedagógico que solucione la falta que se ha detectado en el propio caso de Alcibíades, que lo tenía todo pero no había tenido un buen maestro, un enamorado que como Sócrates  se inquietase por aquello que inquieta al sujeto  mismo. Para que se de inquietud de uno mismo, parece ser, se precisa de la presencia del maestro.





[i]Jacqueline de Romilly ,  Alcibíades, I p.28 (Barcelona, Seix Barral).
[ii] M. Foucault,  en La Hermenéutica del sujeto (clase del 13 de enero) traducción española de Horacio Pons, editorial Akal ,  p.  55.
[iii] M. Foucault, Hermenéutica del sujeto, op. cit., p. 67.
[iv] Ibid p. 67.
[v]  Ibidp. 68.
[vi] Ibid p. 68.
[vii] Ibid pp. 68 i 69.





ODA A ALCIBÍADES

Josefina Aranda


¿A dónde hemos ido a parar en la noche de los tiempos del sujeto?

A la armonía de las esferas, inaccesible al oído humano, sólo posible
a la escucha purificada!!

¿Cómo ha llegado a la superficie aquello que somos y que ha sido denominadola irreductibilidad del sujeto?

A partir de la inquietud que produce la noche más oscura, la más largadonde el silencio cubre con su velo el ruido del día.

Donde se oye ya el silencio que ha sido siempre condición misma.

¿Qué tipo de inquietud os despertó en plena noche?

La de no poder soportar la ignorancia 
aún con plena convicción de la imposibilidad de verdad.

Pero aún se oye a lo lejos el balbucir inquieto
suenan ecos de la historia del hombre

Sólo el filósofo puede descifrar
aunque no es obra del discurso, pues nada valen los Darii, Barbara o Celarent

Hacer visible esta verdad del sujeto pide mantener los ojos del alma expectantes
y estar tocado por el rayo de la vida

Mantenerse en ese estado, no sé si cada noche de la vida,
pero sí muchos días de la misma
pues sólo entonces la estetización del ser humano adviene

Y se hace real, se hace carne

Aún queda mucho tiempo, tenemos tiempo aún,
la humanidad aún tiene tiempo para seguir soñando sobre un pasado olvidado
en sueños eternos y que poco a poco se va desvelando.

Hermoso Alcibíades! Amo de la antigüedad!

Por no querer saber nada de ti mismo

Me pregunto qué no habrán perdido los amos de hoy día…???

Inmóvil en la noche del placer
vencido por la pasión inútil de poseer un cuerpo

Sólo el filósofo pudo tocarte allí donde no llega la mayoría
y así creíste ciegamente que éste guardaba un tesoro en su interior.

Y convencido de que ese agalma podría ser transmitida
como se transmiten las ondas en la naturaleza física
te perdiste satisfecho

Pensando que el solo hecho de darte cuenta de tu desesperación
era suficiente,
pero no pudiste entenderte

Ay!! Quien pudiera!!!